si pudiera tropezar, estaría más tranquila,
si fuera en realidad una memoria,
una melodía.
Ni el fracaso sienta bien cuando no es tan verdadero,
te siento cerca mío.
y ni siquiera te quiero.
Y me da por repetir a oscuras el canto,
sagrado, sangrando y no estoy en mi cuarto.
Lo malo es interés de los ricos,
la esperanza es mentira para no morirnos,
mientras vemos como la tierra es suya,
los puertos les pertenecen,
y mientras el agua envejece,
también es suya.
Y me da por repetir, a oscuras la promesa,
de dejarnos vivas,
de liberar presas,
de tomar como nuestro lo robado,
de recordarte niña,
que fuimos niñas,
en ese caluroso verano,
en donde el pantalón pegado a las pantorrillas,
era el miedo de no salir solas,
de no traspasar las orillas.
Y en mi ruego me estremezco,
porque no tengo a quien rogarle,
porque dios es de ellos,
dios es de los culpables.