sábado, 25 de abril de 2020

Escribo por la confusión I

Después igual sueño.
Y el sueño me habla,
de lo que tengo en la cabeza,
transparenta las cosas que no te quise decir,
y me hace temblar
entre todo lo que pienso
y no dejo que pase más allá,
que atraviese paredes que no debe atravesar,
porque no todo sentimiento es benigno,
como no todos los pensamientos son malignos.

Pero preferiría que no,
que no estemos de pie ante nadie,
porque yo estoy acostada en mi recinto,
tambaleando el mundo de dentro,
arriba de la muralla,
derrumbándose,
vestida de fiesta para ir a algún funeral,
fragmentando todo como mecanismo
 para evitar pensar
en las cosas que no te quise decir,
porque en el temor
no logran ser elaboradas.

Si supiera como me siento lo diría,
no esperaría al sueño
que me agota
y me termina de matar.