lunes, 1 de julio de 2019

Me puse a pensar en todas las veces que tenemos que sentirnos mal, en todas las veces que tenemos que jurarnos malas, en mí, en mi amiga, en mi madre. Y sé que ya está trillado hablar sobre mujeres, sobre lo que sentimos y sobre las opresiones que pesan sobre nosotras, pero el pecho se me apreta cuando descubro una nueva, que estuvo ahí, siempre en los libros, siempre en los textos académicos, siempre en algún ensayo que leí preocupada. Pero ahora está en mi vida, y en la de mi amiga, y en la de mi mamá, da igual si son los 16, los 20 o los 50, siempre nos sentimos mal, y nos juramos malas, porque somos responsables, porque reclamamos por nuestro cuerpo, porque ya no queremos hacernos cargo de ti, hombre que haces el mundo.