viernes, 21 de abril de 2017

Casi lo confundo con mi hogar

La mañana del miércoles lo busqué por todas partes, fue un sueño repleto de angustia, me veía a mí misma en una especie de institución, había retrocedido unos cuantos años y usaba el uniforme y a las amigas pasadas, y te veía por primera en casi más de 8 años, te reconocía aunque no fueras tú, el mismo pelo y los mismos ojos y la pregunta intrigante de por qué te sigo viendo, de por qué en algún momento me obsesioné con buscarte, con encontrarte aunque no fueras nada, aunque no hubieras significado absolutamente nada ¿qué puede tener importancia cuando se tienen 10 años? la vida de adulta me había enseñado que ser niño no valía nada, y este recuerdo absurdo que entonces volvía y volvía me provocaba la nostalgia extraña de esos tiempos, la extraña sensación de sentir nostalgia de un tiempo que no fue tiempo puesto que a los 20 años ya es irreconocible el ambiente, el lugar y las personas como tú, a las cuáles ninguna red social ha sido capaz de devolverme, entonces por qué te veo en los sueños, porque corro para no perderte, porque en la imagen me buscas y te asombras de mí, como si el mundo me hubiera cambiado mucho, como si me amaras y yo te amara o tuviera aunque sea la pequeña curiosidad de tu amor, de tu nuevo cuerpo, de tu nueva vida.