Micro

1. Me cuesta tanto pensar en primera persona, sobre todo en situaciones que enfurruñan a cualquiera, como lo es ésta micro, de las peores, pequeña y sucia... llena pa' más remate. Y me siento mal. Por esas desazones de la vida me duele el útero, voy mareada y con un dolor de cabeza terrible, como si el corazón se me hubiera arrancado y estuviera andando por la corteza cerebral, latiendo fuerte y enojado donde no tiene que latir, y se siente en las sienes. Trato de afirmarme para que la inercia no me bote, es lo que me falta, ser totalmente un tata -como me dice la Coloma- y caerme de espalda al suelo, ergo, parecer una tortuga intentando levantarme. También a veces me pongo melodramática, de película, y enfoco la vista sólo en el pedazo de calle que alcanzo a ver entre toda la gente, y me pongo a pensar en cada casa, quizás en cada una hay un hijo de puta pegando a su mujer (como la escena que vimos hoy en el metro) y hasta decir "su mujer" suena bastardo, como si por firmar un papel o hacer el ridículo en una iglesia fuera de su propiedad, fuera "SU" pedazo de carne. En fin, lo que quería explicar era ese momento cansado, en que la melodía alivia y ese ~ "Como gasto papeles recordándote, como me haces hablar en el silencio"~ transmitiera tantas emociones en un lugar tan inhóspito, y es que esa canción es tan linda, me recuerda tanto a  mi papá que cuando él muera, porque claro, supongo que todos tenemos que morir, creo que no la podré volver a escuchar o por lo menos no sin echarme a llorar hasta sentirme deshabitada. Al envolverme en todo esto llegué hecha un lío a la casa, y conversando con la Itha logré sacar esto, logré comunicarme de nuevo, y entendí que esos 15 minutos de viaje estuve metida en uno de esos adornos navideños en los que dentro de una esfera de cristal hay un monito de nieve y si lo mueves comienza a verse la nieve, totalmente enfrascada. ¿Pero enfrascada en qué? No sólo en la micro, es a veces -y creo que siempre- en mi propio sentir. ¿Qué me importó a mí la señora que iba al lado? Por mí que se dejara de joder y no me corriera más la bufanda que harto le costó a mi mamá tejerla. Así soy de egoísta, y más egoísta aún que pienso que todos piensan igual.