sábado, 2 de abril de 2011

más blá

Nos piden disciplina cuando es su propia presión la que nos vuelve rebeldes.
Nos piden ser las mejores, cuando aún así no creen en nosotras.

Participé en conversaciones que no eran las mías y ahora estoy pagando el saber cosas que no debería. Por primera vez me siento triunfante después de una batalla, como si la sonrisa se dibujara sola, sin ningún esfuerzo, pero no entiendo el por qué de mi cansancio, esas ganas de no hacer nada y sólo descansar, algo que otras personas toman como la flojera más grande del mundo, no lo creo así, pero de todas maneras los dardos llegan. Y después se me viene a la cabeza que ya es bastante patético el hecho de tomar todos los días como una batalla, porque no quiero que esto me consuma, por eso todos los días trato de poner mi mejor sonrisa, mi mejor actitud por que o sino ¿ dé que sirve ésta vida si no es para dar lo mejor que tenemos en el alma? sacar lo mejor y dárselo a las personas indicadas, a las que de verdad merecen ver esas partes de la mente y del corazón que no dejamos ver a todo el mundo, necesito más sonrisas, mejores vibras, menos matemática y más poesía.