miércoles, 12 de diciembre de 2012

ñack

Que ganas de echarme a llorar hasta no sentirme. Sacarme la anestesia a lágrimas y sentir la casa vacía,  a cuatro paredes, limpio el aire de punzadas escalofriantes y del estruendo de un "odio estar acá"      
Y después guardar y ocultarlo todo,la chaquetita nueva, el corte de pelo, los dientes arregladitos, la aguja enterrada en la herida. Esconder el estado de inconsciencia y turbación (y los ojos rojos por el llanto ya mencionado) Y liberar las marcas y roces como hormigas-mariposas                       "Debajo del cielo, encima del mundo"