viernes, 8 de julio de 2011


Lagrimas que anuncian conclusiones

manos que no dan sin recibir
gritos que se esconden en canciones
sillas que no son para escribir
caras divorciadas con la vida
tardes navegando en un café
ricos que descansan en la envidia
como aquel que invita a ser infiel.

Sueños que no duermen sin su almohada
pájaros que avisan que se van
árboles que plantan sus miradas
besos listos para embotellar
desnudar almendras con los dedos
enjaular a un grillo sólo por llorar
dibujar el frio de un lamento
cosechar sonrisas para regalar.