sábado, 23 de julio de 2011

Después de todo me gustaría saber andar en bicicleta. 

Un ciclista es como quién altera las avenidas, es quién puede pasar entre aquellos monstruos de cuatro ruedas que creen apoderarse de las calles, el ciclista es pasión y desenfreno. Es de pensamiento más libre y menos cómodo. Es más humano que máquina, debe tener astucia y una estrategia frente al día a día. El ciclista definitivamente tiene que considerar su vida con valor, más que todos los demás que sólo caminamos en un pedazo de vereda, o que nos subimos a un auto y no movemos un dedo. El ciclista está prácticamente al borde de la muerte cada vez que se pone en marcha y con arrogancia no sigue las reglas. El ciclista tiene espíritu. 
                                                                           
Nunca tuve a alguien que me dijera : "súbete y patalea" pero estoy bien así, después de todo no me gusta moverme mucho.