Luego de un absurdo comienzo de día, en que desperté más temprano de lo habitual, y aún así no pude reclamar por la fea voz de mi hermana al despertarme, debí alistarme para otro día de piscina, la idea es totalmente agradable, pero no puedo no sentirme una imbécil al pagar $540 pesos por un servicio tan MALO como el transantiago, *¡Transantiago MUERE de una vez!* al bajarme de ese maldito bus oruga, que en realidad no tiene nada de oruga ( ._______. ) llegué a un almuerzo familiar & a tantas de esas cosas cursis para luego por fin poder disfrutar de la piscina en un día de intenso calor.
Santiago, me aburres.